¿Podo amamantar se teño ou tiven un pendiente na mamila?

A miña resposta breve é si.

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Mamilas femininas. Imaxe de Pixabay de uso libre.

Pero se o que buscas é unha explicación un pouco máis pormenorizada, segue lendo:

Se tes, na actualidade, o piercing, é importante que non o uses cando vaias aleitar, polo risco de que o bebé o trague.

Quitalo e poñelo cada vez pode ser engorroso, e xera un risco de infección importante, polo que o máis recomendable sería retiralo ata que finalices a túa lactancia.

Por outra banda, se dás o peito bastante tempo, é probable que os buracos se pechen e, se logo queres volver poñelo, teñas que volver abrilo. Os prazos son moi variables, pero, en ocasións en menos de dous meses os buracos xa reduciron significativamente o seu tamaño e non cabe un pendente. O risco é maior canto menos tempo teña o teu “piercing”.

Se che preocupa moito que se peche, existen uns pendentes especiais, chamados “retenedores” que poden mancarte menos e son máis fáciles de poñer e quitar. Valora esta opción se desexas dar o peito, pero non queres que o teu piercing se peche. Pero OLLO: Habería que retiralos igualmente para dar de mamar por seguridade.

Pendente retenedor, da web Crazy Factory

Pode ser que por eses buracos salga máis leite e ao bebé lle custe máis xestionar o leite que sae. Isto sucede especialmente con pendentes feitos hai pouco tempo. Un piercing na mamila pode tardar ata 18 ou 24 meses en curarse. Por iso, se vas a buscar un embarazo axiña, pode que che conveña máis esperar a pasar a lactancia para colocalo.

Con todo, poida que pase todo o contrario, e nesa zona se forme unha cicatriz, se o quitaches hai tempo, ou se o retiraches e volviches abrir varias veces, pola que non flúa leite.

Así mesmo, se diminuíu a túa sensibilidade, poida que che dificulte o detectar problemas de agarre do teu bebé.

Por suposto, sempre que vaias facer unha modificación corporal, de calquera tipo, acode a profesionais autorizados, que garden estritas medidas de hixiene. En caso contrario existe un gran risco de contraer infeccións como hepatite, VIH, ou, sinxelamente unha infección local que che de a lata. Lembra aplicar os coidados prescritos (que basicamente implican manter limpa a zona e non tocar moito).

Un artigo publicado por Garbin CP en 2009 suxería, tras un estudo observacional con 3 mulleres, que a existencia do piercing podía dar lugar a unha diminución na cantidade de leite exectada. Os autores suxiren que, en tanto a que o leite se produce en función do leite que sae (é dicir, en función do que mame o bebé ou saquemos manualmente/con sacaleites), pode ser máis difícil que o leite salga pola existencia do dano na mamila, ou alteracións a nivel nervioso, reducindo así a cantidade de alimento. Con todo, a metodoloxía que explican é un pouco cuestionable, e a mostra bastante pequena, polo que non nos serve de moito.

En xeral, se che preocupa que pode pasar co teu caso particular, o ideal é unha valoración individualizada por unha profesional e non dar por sentado que por ter un pendente vas ter máis ou menos problemas que calquera outra muller…e logo xa iremos vendo!

Bibliografía:

Martin J. Is Nipple Piercing Compatible with breastfeeding? J Hum Lac [Internet] 2004 [consultado 04 Agosto 2020]; 20 (3): 319-321. Dispoñible en: https:// doi. org/10.1177/0890334404266876


Garbin CP, Deacon JP, Rowan MK, et ao. Association of Nipple Piercing With Abnormal Milk Production and Breastfeeding [internet] 2009 [consultado 04 Agosto 2020]. JAMA 301(24):2550–2551. Dispoñible en: https:// doi. org/10.1001/ jama.2009.877

¿Puedo dar teta si tengo, o he tenido, un pendiente en el pezón?

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Pezón femenino. Imagen de PIxabay

Mi respuesta breve es si.

Pero si lo que buscas es una explicación un poco más pormenorizada, sigue leyendo:

Si tienes, en la actualidad, el piercing, es importante que no lo uses cuando vayas a amamantar, por el riesgo de que el bebé se lo trague. Quitártelo y ponértelo cada vez puede ser engorroso y genera un riesgo de infección importante, por lo que lo más recomendable sería retirarlo hasta que finalices tu lactancia.

Por otra parte, si das lactancia bastante tiempo, es probable que los agujeros se cierren y, si luego quieres volver a ponértelo, tengas que volver a abrírtelo. Los plazos son muy variables pero en ocasiones en menos de dos meses los agujeros ya han reducido significativamente su tamaño y no cabe un pendiente. El riesgo es mayor cuanto menos tiempo tenga tu “piercing”.

Si te preocupa mucho que se cierre, existen unos pendientes especiales, llamados “retenedores” que pueden lastimarte menos y son más fáciles de poner y quitar. Valora esta opción si deseas dar el pecho, pero no quieres que tu piercing se cierre. Pero OJO: Habría que retirarlos igualmente para dar de mamar por seguridad.

Pendiente “retenedor” de la página Crazy Factory

Puede ser que por esos agujeros salga más leche y al bebé le cueste más gestionar la leche que sale. Esto sucede especialmente con pendientes hechos hace poco tiempo. Un piercing en el pezón puede tardar hasta 18 o 24 meses en curarse.

Sin embargo, puede que pase todo lo contrario, y en esa zona se haya formado una cicatriz, si lo quitaste hace tiempo, o si te lo has quitado y vuelto a abrir varias veces, por la que no fluya leche.

Así mismo, si ha disminuido tu sensibilidad, puede que te dificulte detectar problemas de agarre de tu bebé.

Por supuesto, siempre que vayas a hacerte una modificación corporal de cualquier tipo, acude a profesionales autorizados para ello, que guarden estrictas medidas de higiene. En caso contrario existe un gran riesgo de contraer infecciones como hepatitis, VIH, o, simple, y llanamente, una infección local que te de la lata. Recuerda aplicar los cuidados prescritos (que básicamente implican mantener limpia la zona y no tocar mucho).

Un artículo publicado por Garbin CP en 2009 sugería, tras un estudio observacional con 3 mujeres que la existencia del piercing podía dar lugar a una disminución en la cantidad de leche eyectada. Los autores sugieren que, en tanto a que la leche se produce en función de la leche que sale, puede ser más difícil que la leche salga por la existencia del daño en el pezón, o alteraciones a nivel nervioso, reduciendo así la cantidad de alimento. Sin embargo, la metodología que explican es un poco cuestionable y la muestra bastante pequeña, por lo que no nos sirve de mucho.

En general, si te preocupa qué puede pasar con tu caso particular, lo ideal es una valoración individualizada por una profesional y no dar por sentado que por tener un pendiente vas a tener más o menos problemas que cualquier otra mujer…¡y luego ya iremos viendo!

Bibliografía:

  • Martin J. Is Nipple Piercing Compatible with breastfeeding? J Hum Lac [Internet] 2004 [consultado 04 Agosto 2020]; 20 (3): 319-321. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0890334404266876
  • Garbin CP, Deacon JP, Rowan MK, et al. Association of Nipple Piercing With Abnormal Milk Production and Breastfeeding [internet] 2009 [consultado 04 Agosto 2020]. JAMA 301(24):2550–2551. Disponible en: https://doi.org/10.1001/jama.2009.877

Mantequilla

¿Veis la imagen? Es mantequilla.

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Mantequilla

Es una emulsión sólida considerada apta para consumo humano, obtenida de la leche o de la crema por agitación o por batimiento, ya usando máquinas a propósito, ya mazando la leche en odres.

Os he puesto varias imágenes para que os quedéis bien con su forma y la podáis encontrar en el mercado.

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Es bien barata.
No os recomiendo, así en general, que os la comáis a cucharadas.
Es para otra cosa.

Es para que la pongáis en la puerta de casa. Así, en barra.
Ahora que hace calor, podéis dejarla en la nevera y sacarla 5 minutos antes de salir de casa para poder usarla, luego volved a guardarla.

La idea es la siguiente:
Tú, antes de salir, te rebozas en la mantequilla. Te la untas bien. Con mucho cuidado. Que te pase bien por detrás de las orejas, ingles, y entre los dedillos de los pies.
Porque así, cada vez que alguien te comente sobre:
-Lo que te has jodido la juventud a los 20 teniendo a tu hijo.
-Los kg que has engordado en tu embarazo.
-Lo mucho que has esperado a tener a tu bebé a los 40.
-Lo mayor que es tu hijo para que sigas dándole teta.
-Lo poco que le va a ayudar a tu carrera profesional tu embarazo con 30.
-Lo delgada que estás para haber tenido 3 hijos y la de retoques te habrás hecho.
-Lo chunga que eres por ponerle chupete al bebé.
-Lo mal que les parece que hayas decidido dar el biberón.
Etc, etc, etc…
A TI TE VA A RESBALAR PORQUE ESTÁS UNTADA EN MANTEQUILLA.

Y esta, señoras, es la única forma de conseguir disfrutar de la maternidad sin críticas.
Que te resbalen.
Porque, como las meigas, haberlas hailas. Y las habrá por ABSOLUTAMENTE TODO.

Así que, escucha consejos, aprende mucho de las maternidades ajenas, pero criba, y hazte tu propio relato, con tus elecciones, tus circunstancias, tu capacidad y…como buenamente puedas, disfrútala mucho.

Vivir, es lo único urgente.

Una reflexión, como mera observadora, sin intención alguna, como opinóloga media de red social (al fin y al cabo, no tengo barra de bar a la que ir).

Una pandemia es algo a lo que nadie teníamos pensado enfrentarnos.
Nunca me he levantado sobresaltada en un sueño pensando en un virus que nos haría temblar. Y aunque si entendía y veía un peligro potencial a largo plazo con los virus, porque no disponemos casi de tratamientos, sinceramente, jamás imaginé siquiera que a mí me tocaría vivirlo.

A mí no, a mí nunca.

Es humano. Todos vivimos con esa idea por bandera: yo no tendré un accidente, yo no me voy a morir joven, yo no me voy a arruinar, yo nunca me haré adicta, yo nunca…a mí no me va a pasar.

Menuda lección de realidad. Una hostia en toda la cara.

Por otra parte, cómo han respondido distintas culturas y gobiernos, será objeto de análisis por parte de sociólogos, antropólogos, psicólogos, politólogos…y muchos “lógos” y “lógas” más.

Salvando excepciones, muy excepcionales, no hay personas en nuestro país defendiendo barbaridades como que se levante totalmente el confinamiento por volver a trabajar hoy mejor que mañana, incluso cuando mucha gente las está pasando canutas por no saber cómo leches va a pagar el alquiler el mes que viene.
Tampoco se lee a nadie queriendo retirar la sanidad pública, o criticando la megainversión en sanidad que se está haciendo.
Porque entendemos que la salud es algo fundamental y entendemos que ha de ser así para todos.

En otras culturas, con otros valores, y pongo por ejemplo los videos que se pueden observar de una parte (subrayo, una parte) de la sociedad norteamericana, aún en plena crisis sanitaria, cuestionando cosas que a nosotros no nos entran en la cabeza siquiera plantear.

Habrá miles de mejoras que hacer en este país, pero cada día que pasa siento más orgullo por cuidar a muy pequeña escala de mi parte de sociedad.
Una sociedad empática, en su mayoría, solidaria, en su mayoría, y que entiende el valor de la colectividad, frente al individualismo y al egocentrísmo, como no, en su mayoría. Una sociedad que siente con cada cifra de muertos una puñalada, a pesar de no ver a ningún familiar directo caer. Que respeta el dolor ajeno y siente una imperiosa necesidad por evitarlo.

Y no saco ninguna bandera, porque no hablo de trozos de tela, ni de colores, hablo de valores y personas que los comparten, y esos, no entienden de nacionalidades, ni de lenguas.

En gran medida, creo que esto se lo debemos, precisamente, a tener dos pilares enormes en los que sustentarnos: una educación pública, y una sanidad pública.

Nos igualan, nos ajustan, nos dan la libertad de pensar y la libertad de ser.

Sólo espero que nunca más dejemos que a alguien se le pueda ocurrir, siquiera, tocarlas.

El caos del parto

El caos del parto.
Casa de parts.jpg
Hace unas semanas subí una foto de la genial Casa de naixements dónde enseñé una habitación preciosa en la que varias personas me preguntaron si había que pagar algún extra para entrar (no; es para usuarias de la sanidad pública), hermosa y ordenada.

Así suele estar cuando entramos.

Pero hoy me apetece mostrar la foto del ‘durante’. Del caos que supone un parto.

Y es que a mí me parece precioso el durante. Me gusta esta foto precisamente porque se ve casi todo lo que se puede necesitar durante un parto…y casi nada de lo que se ve es estrictamente material quirúrgico o médico.

Se ve:

Una cama grande y cómoda, pero en una esquina de la habitación. Es un elemento más pero no el central.
Hay luz por la fotografía, pero la ventanas están cubiertas por estores que sacan gran parte de la luz.

Una liana para poder agarrarse, tirar, hacer fuerza. De cuclillas, de rodillas, sentada en una silla de partos.

Una bañera, para llevar mejor las contracciones, para dejar que los músculos se relajen.

Hay una colchoneta en el suelo, por si necesitan ponerse a cuatro patas, o en cualquier otra postura que su cuerpo les pida.

Alli, abajo, en el centro derecho de la imagen un pequeño campo estéril con el material quirúrgico que pudiéramos necesitar, gasas, y a parte agua caliente (para la protección perineal).

El fenómeno del nacimiento lleva implícito el movimiento y la libertad, y se puede dar una asistencia de calidad en un entorno más acogedor, más familiar.
Para mí ver esto fue una revolución.

No hay dos nacimientos iguales, ya que no hay dos mujeres iguales ni dos bebés iguales.

Sí tuviera que describir lo que se ve en absolutamente todos los nacimientos , sean como sean, con una palabra, sería: fuerza.

Nudo verdadero de cordón

Recomendación de lectura: Senlleiras

Duelo perinatal

 

Enlaces de interés:

Grupos de apoyo al duelo perinatal

 

 

 

Por qué creo que la enfermería está como está