
Mi respuesta breve es si.
Pero si lo que buscas es una explicación un poco más pormenorizada, sigue leyendo:
Si tienes, en la actualidad, el piercing, es importante que no lo uses cuando vayas a amamantar, por el riesgo de que el bebé se lo trague. Quitártelo y ponértelo cada vez puede ser engorroso y genera un riesgo de infección importante, por lo que lo más recomendable sería retirarlo hasta que finalices tu lactancia.
Por otra parte, si das lactancia bastante tiempo, es probable que los agujeros se cierren y, si luego quieres volver a ponértelo, tengas que volver a abrírtelo. Los plazos son muy variables pero en ocasiones en menos de dos meses los agujeros ya han reducido significativamente su tamaño y no cabe un pendiente. El riesgo es mayor cuanto menos tiempo tenga tu “piercing”.
Si te preocupa mucho que se cierre, existen unos pendientes especiales, llamados “retenedores” que pueden lastimarte menos y son más fáciles de poner y quitar. Valora esta opción si deseas dar el pecho, pero no quieres que tu piercing se cierre. Pero OJO: Habría que retirarlos igualmente para dar de mamar por seguridad.
Puede ser que por esos agujeros salga más leche y al bebé le cueste más gestionar la leche que sale. Esto sucede especialmente con pendientes hechos hace poco tiempo. Un piercing en el pezón puede tardar hasta 18 o 24 meses en curarse.
Sin embargo, puede que pase todo lo contrario, y en esa zona se haya formado una cicatriz, si lo quitaste hace tiempo, o si te lo has quitado y vuelto a abrir varias veces, por la que no fluya leche.
Así mismo, si ha disminuido tu sensibilidad, puede que te dificulte detectar problemas de agarre de tu bebé.
Por supuesto, siempre que vayas a hacerte una modificación corporal de cualquier tipo, acude a profesionales autorizados para ello, que guarden estrictas medidas de higiene. En caso contrario existe un gran riesgo de contraer infecciones como hepatitis, VIH, o, simple, y llanamente, una infección local que te de la lata. Recuerda aplicar los cuidados prescritos (que básicamente implican mantener limpia la zona y no tocar mucho).
Un artículo publicado por Garbin CP en 2009 sugería, tras un estudio observacional con 3 mujeres que la existencia del piercing podía dar lugar a una disminución en la cantidad de leche eyectada. Los autores sugieren que, en tanto a que la leche se produce en función de la leche que sale, puede ser más difícil que la leche salga por la existencia del daño en el pezón, o alteraciones a nivel nervioso, reduciendo así la cantidad de alimento. Sin embargo, la metodología que explican es un poco cuestionable y la muestra bastante pequeña, por lo que no nos sirve de mucho.
En general, si te preocupa qué puede pasar con tu caso particular, lo ideal es una valoración individualizada por una profesional y no dar por sentado que por tener un pendiente vas a tener más o menos problemas que cualquier otra mujer…¡y luego ya iremos viendo!
Bibliografía:
- Martin J. Is Nipple Piercing Compatible with breastfeeding? J Hum Lac [Internet] 2004 [consultado 04 Agosto 2020]; 20 (3): 319-321. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0890334404266876
- Garbin CP, Deacon JP, Rowan MK, et al. Association of Nipple Piercing With Abnormal Milk Production and Breastfeeding [internet] 2009 [consultado 04 Agosto 2020]. JAMA 301(24):2550–2551. Disponible en: https://doi.org/10.1001/jama.2009.877